todo perro comparte un esqueleto parecido , pudiendo establecerse diferencias en cuanto a su estatura, su cráneo y la colocación de sus dientes ( lo que se conoce comúnmente como Mordida).
La forma del cráneo, puede variar enormemente de una raza a otra, aunque los huesos que lo componen son en todos los casos los mismos. Existen tres morfologías bien diferenciadas. Las razas de cráneo estrecho y alargado, ( dolicocéfalas ), cráneo achatado ( braquicéfalas ), y aquellas que se encuentran entre ambos extremos se denominan ( mesocéfalas ).
El tipo de mordida , o forma en la que encajan los dientes superiores con los inferiores, viene determinada por la longitud de la mandíbula inferior. Existen cuatro tipos de mordida: la mordida en tijera ( los dientes superiores encajan perfectamente en los inferiores).
La prognática ( los dientes inferiores quedan adelantados con respecto a los superiores, al ser la mandíbula más larga que el maxilar).
La mordida protrusa ( los dientes inferiores quedan detrás de los superiores, al ser la mandíbula inferior más corta que el maxilar).
Y por último la mordida normal o a nivel ( los dientes superiores e inferiores quedan alineados al mismo nivel).
Todas estas mordidas son correctas siempre que coincidan con la morfología de cada raza. Por ejemplo, el prognatismo sería un defecto inadmisible en un Golden Retriever, mientras que es lo más natural en el Bulldog. El tipo de mordida puede variar enormemente entre razas y queda especificado en los respectivos estándares.
Debemos entender a su vez que los distintos tipos de orejas y la colocación de los ojos también pueden variar entre razas y, por supuesto, responden a su adaptación a las distintas funciones para las que han sido criados y al entorno del que son originarios.
Cualquiera que sea la raza, salvo contadas excepciones, el aspecto, tamaño y pelaje del perro, esta especie zoológica tiene una serie de rasgos morfológicos, psíquicos y fisiológicos que la caracterizan e identifican de otras próximas y parecidas. En la mayoría de los perros llama poderosamente la atención el aspecto potente y sólido de las piezas dentarias, así como la
robustez de las mandíbulas y los músculos maseteros que impulsan y facilitan el movimiento de las fauces.
La fórmula dentaria de los canes adultos está compuesta por 42 piezas, distribuidas de la siguiente forma: Mandíbula superior, con seis incisivos, dos caninos, ocho premolares y cuatro molares, dispuestos de forma simétrica a derecha e izquierda.
Mandíbula inferior: seis incisivos, dos caninos, ocho premolares y seis molares (dos más que en la superior). Casi todas las razas caninas poseen o deben poseer un ajuste perfecto de los caninos, de forma que la boca cierre de forma hermética. Este tipo de dentadura se llama de 'cierre de tijera'. Algunos tipos pueden tener como características específicas y no defectuosas el avance o retroceso de la mandíbula superior o inferior.
Los perros cambian de dentadura juvenil, llamada 'de leche', compuesta por menos piezas, entre los tres o seis meses de edad, presentando, generalmente, todas las piezas a los siete u ocho meses. La edad aproximada de los canes puede intuirse por el estado de desgaste de los diferentes dientes, pero también deben tenerse en cuenta otras características fisiológicas y morfológicas, que todas juntas pueden determinar de forma más o menos cierta los años con que cuenta el perro. La particular forma de los dientes de estos animales con caninos, 'colmillos', cónicos, robustos y afilados propios para la 'sujeción' y los premolares cortantes, así como los molares, provistos de corona trituradora debe conservarse en el mejor estado posible, libre de sarro y, por supuesto exenta de canes.
El mantenimiento de la blancura, salud y dureza de los dientes de los perros podría, en la mayoría de los casos, efectuarse de manera natural, ofreciendo a nuestros animales una alimentación correcta, tanto en textura como en composición alimenticia. El pan muy duro, los huesos porosos y otros principios comestibles son idóneos para este fin, pero en casos especiales o razas particulares, deben 'limpiarse los dientes del animal'.
Es relativamente común en ejemplares longevos la pérdida paulatina de las piezas dentarias, por lo que se recurre a las dietas blandas o purés hasta la muerte del animal. Otra de las alteraciones más frecuentes en los dientes de los perros es la fractura o desgaste prematuro de las piezas, producido por la afición a morder piedras u objetos metálicos.
Todas estas diferencias entre unas razas y otras son producto de la cría selectiva, la forma del cuerpo de un perro nos revela la función desempeñada por cada raza. Por ejemplo, los perros que se dedican a cazar en madrigueras deben tener un cuerpo alargado, ser de pata corta (1), o bien ser de pequeño tamaño y robusta estructura (2).
Los perros de carrera suelen ser altos para detectar mejor con la vista a su presa en terreno abierto y su cuerpo está diseñado para poder darles alcance a enorme velocidad.
Otras razas caninas se criaron, en cambio, para recorrer grandes distancias sin descansar ( como los conocidos perros de tiro)
Los perros para guarda y protección poseen cuerpos macizos, casi cuadrados, sus huesos suelen ser robustos y rectos, pero su cabeza y cuello pueden resultar desproporcionadamente anchos en comparación con el resto de su cuerpo.
La forma del cráneo, puede variar enormemente de una raza a otra, aunque los huesos que lo componen son en todos los casos los mismos. Existen tres morfologías bien diferenciadas. Las razas de cráneo estrecho y alargado, ( dolicocéfalas ), cráneo achatado ( braquicéfalas ), y aquellas que se encuentran entre ambos extremos se denominan ( mesocéfalas ).
El tipo de mordida , o forma en la que encajan los dientes superiores con los inferiores, viene determinada por la longitud de la mandíbula inferior. Existen cuatro tipos de mordida: la mordida en tijera ( los dientes superiores encajan perfectamente en los inferiores).
La prognática ( los dientes inferiores quedan adelantados con respecto a los superiores, al ser la mandíbula más larga que el maxilar).
La mordida protrusa ( los dientes inferiores quedan detrás de los superiores, al ser la mandíbula inferior más corta que el maxilar).
Y por último la mordida normal o a nivel ( los dientes superiores e inferiores quedan alineados al mismo nivel).
Todas estas mordidas son correctas siempre que coincidan con la morfología de cada raza. Por ejemplo, el prognatismo sería un defecto inadmisible en un Golden Retriever, mientras que es lo más natural en el Bulldog. El tipo de mordida puede variar enormemente entre razas y queda especificado en los respectivos estándares.
Debemos entender a su vez que los distintos tipos de orejas y la colocación de los ojos también pueden variar entre razas y, por supuesto, responden a su adaptación a las distintas funciones para las que han sido criados y al entorno del que son originarios.
Cualquiera que sea la raza, salvo contadas excepciones, el aspecto, tamaño y pelaje del perro, esta especie zoológica tiene una serie de rasgos morfológicos, psíquicos y fisiológicos que la caracterizan e identifican de otras próximas y parecidas. En la mayoría de los perros llama poderosamente la atención el aspecto potente y sólido de las piezas dentarias, así como la
robustez de las mandíbulas y los músculos maseteros que impulsan y facilitan el movimiento de las fauces.
La fórmula dentaria de los canes adultos está compuesta por 42 piezas, distribuidas de la siguiente forma: Mandíbula superior, con seis incisivos, dos caninos, ocho premolares y cuatro molares, dispuestos de forma simétrica a derecha e izquierda.
Mandíbula inferior: seis incisivos, dos caninos, ocho premolares y seis molares (dos más que en la superior). Casi todas las razas caninas poseen o deben poseer un ajuste perfecto de los caninos, de forma que la boca cierre de forma hermética. Este tipo de dentadura se llama de 'cierre de tijera'. Algunos tipos pueden tener como características específicas y no defectuosas el avance o retroceso de la mandíbula superior o inferior.
Los perros cambian de dentadura juvenil, llamada 'de leche', compuesta por menos piezas, entre los tres o seis meses de edad, presentando, generalmente, todas las piezas a los siete u ocho meses. La edad aproximada de los canes puede intuirse por el estado de desgaste de los diferentes dientes, pero también deben tenerse en cuenta otras características fisiológicas y morfológicas, que todas juntas pueden determinar de forma más o menos cierta los años con que cuenta el perro. La particular forma de los dientes de estos animales con caninos, 'colmillos', cónicos, robustos y afilados propios para la 'sujeción' y los premolares cortantes, así como los molares, provistos de corona trituradora debe conservarse en el mejor estado posible, libre de sarro y, por supuesto exenta de canes.
El mantenimiento de la blancura, salud y dureza de los dientes de los perros podría, en la mayoría de los casos, efectuarse de manera natural, ofreciendo a nuestros animales una alimentación correcta, tanto en textura como en composición alimenticia. El pan muy duro, los huesos porosos y otros principios comestibles son idóneos para este fin, pero en casos especiales o razas particulares, deben 'limpiarse los dientes del animal'.
Es relativamente común en ejemplares longevos la pérdida paulatina de las piezas dentarias, por lo que se recurre a las dietas blandas o purés hasta la muerte del animal. Otra de las alteraciones más frecuentes en los dientes de los perros es la fractura o desgaste prematuro de las piezas, producido por la afición a morder piedras u objetos metálicos.
Dices que el prognatismo sería un defecto inadmisible en un Golden Retriever, pero quitando que no es lo normal, si este perro desarrollara este tipo de mordida supondría algún problema a solucionar o tan solo sería algo anormal?? Y de tener que solucionarse, sabes si existe alguna forma de hacerlo??
ResponderEliminarEn los cachorros, sea de la raza que sea, hasta que no tienen la dentadura definitiva, es normal que el cierre sea imperfecto, ya que el crecimiento de la mandíbula es más lento que el del maxilar, que generalmente se estabiliza cuando la dentadura esta completa.
ResponderEliminarEs algo más que un simple desajuste en la mandíbula e influye en la salud del animal tenga o no ese anatomía natural el animal.
Creo que realmente no se soluciona hasta ahora no es legal el aparato “perruno”.
En cuanto a la mordida es muy potente ya que los perros con este problema hacen presa con los molares y los que no tienen esta malformación lo hace con los caninos.
El prognatismo sería una malformación con algunos puntos negativos para el animal pero nada más allá, pero sí que sería una falta grave por para los concursos caninos, en este caso si un animal de pedigrí nace con esta malformación no serían aptos para estos concursos ni siquiera para su reproducción.
Siento no haber contestado antes.