"Collie". Ha estado nada menos que 9 años ha estado este animal dando muestras de fidelidad que pueden llegar a tener un perro hacia su dueño, durante todo ese tiempo había permanecido junto a la tumba de su dueño en el cementerio de La Piedad, en Argentina.
El pasado lunes los encargados del lugar encontraron al animal aullando de dolor, por lo que avisaron a una asociación de defensa de los animales quienes lo trasladaron a una veterinaria donde más tarde murió.
El veterinario que lo trató, afirma que “el perro estaba deshidratado y en muy mal estado, con una insuficiencia renal grave, durante la noche sufrió dos convulsiones y finalmente tuvo una muerte con dignidad”.
El veterinario cree que el animal tenía entre 12 y 13 años de edad. cuando falleció su propietario algunos de los familiares intentaron acogerlo pero no hubo forma de separarlo de la tumba, incluso se escapaba y volvía allí donde se encontraba su dueño.
El pasado lunes 20 de Enero fue su último día acompañando a su propietario.
Este perro no fue el único que siguió siendo fiel a su amo ya fallecido.
"Bobby Greyfiar". Un terrier de Edimburgo, Escocia, permaneció sentado en la tumba de su amo durante 14 años .
La leyenda del terrier se hizo tan famosa que personas comenzaron a alimentarlo y darle refugio durante el invierno.
"Bobby" continuó allí hasta el día de su muerte, en 1872.
"Bobby" continuó allí hasta el día de su muerte, en 1872.
Tiempo después, la población del lugar construiría una estatua en su honor, mirando hacia la tumba de su amo.
"Lobito". Un perro negro, permaneció ocho años en el lugar hasta que la hermana de una empleada del lugar lo llevó a su casa y murió de vejez.
"Capitan". Un mestizo con algo de ovejero, fue el regalo sorpresa que Miguel Guzmán le hizo a su hijo, poco después Miguel falleció, hace siete años vive en el cementerio en el que está enterrado.
cada día, a las seis de la tarde, va y se acuesta frente a esa tumba.
Un perro apareció en marzo de 2009 junto a la tumba de un anciano extranjero en el panteón de Nerja en Málaga.
De acuerdo con personas de la zona, el perro siempre regresaba antes del cierre del panteón para pasar la noche con su dueño.
Vecinos del cementerio le daban de comer y algunos, incluso, intentaron adoptarlo; sin embargo, el perro siempre regresaba al sepulcro de quien fuera su dueño.
Una de las más conocidas es la historia de Hahico
"Hachiko". La historia de un perro japonés de raza Akita, que nació en 1923 en la ciudad japonesa de Odate y un año después fue llevado a Tokio por su dueño.
Cada noche, el perro esperaba a su amo en la estación de tren Shibuya. En 1925, el profesor falleció y quedó abandonado en la calle.
"Hachiko". Continuó regresando a la estación de tren en espera del regreso de su amo durante los siguientes diez años.
En memoria de la fidelidad del perro, se construyó una estatua de un Akita a las afueras de la estación Shibuya y se realizaron dos películas sobre la vida de Hachiko, una en Japón y otra en Estados Unidos, protagonizada por Richard Gere.
Espero que estos pequeños y los que no son tan conocidos permanezcan en nuestros corazones, los animales son capaces de muchas cosas, cuidalos y sobre todo no los maltrates, ellos te necesitan.