El pasado viernes salí a pasear los perros por la mañana. Después de un rato paseando vi a una perrita en la esquina de mi calle, no lo conocía de haberlo visto otras veces, pero al ver a un hombre tocándola pensé que era suya.
Por la tarde, en el siguiente paseo, volví a verla saliendo de debajo de un coche aparcado. Era bajita y peluda.
Supuse entonces que la perra estaba perdida, porque se la veía desorientada, no tenía collar y estaba muy asustada.
Le miré los dientes y vi que era mayor así que pensé que sería difícil que tuviera chip.
La llevé al veterinario y por suerte cuando le pasaron el dispositivo de localización salió que sí lo tenía. Al final resultó que sus dueños eran mayores y posiblemente no supieron que hacer y no denunciaron su perdida.
Gracias a dios la perrita esa noche volvió a dormir en casa.
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